Ubicado en el corazón del vibrante centro comercial de Guadalmina, este atractivo local goza de excelente visibilidad, con vistas directas a la autopista, lo que garantiza la máxima visibilidad para cualquier tipo de negocio.
Distribuido en dos plantas, el inmueble se utilizó anteriormente como galería de arte, lo que lo hace ideal para una amplia gama de actividades comerciales, como oficina, sala de exposición, estudio o boutique. El interior es luminoso, moderno y soleado, y cuenta con dos amplias habitaciones, un baño y una cocina integrada, que ofrecen comodidad y funcionalidad. Grandes ventanales inundan el espacio de luz natural, creando un ambiente acogedor e inspirador. Otras características incluyen un sistema de alarma totalmente instalado para mayor seguridad y amplio aparcamiento en la calle justo enfrente del edificio para clientes y personal.
Ubicado en la primera planta, el local se beneficia de fácil acceso, un entorno bien cuidado y proximidad a otros negocios consolidados, restaurantes y servicios esenciales en Guadalmina.
Esta es una excelente oportunidad para adquirir una propiedad comercial versátil y lista para usar en una de las ubicaciones comerciales más deseables y visibles de Marbella, perfecta para profesionales, empresarios o inversores que buscan un espacio comercial contemporáneo y de alta exposición.
Guadalmina baja se separa de la zona comercial de Guadalmina Alta por la carretera A7, y del municipio de Estepona por el Rio Guadalmina.
En sus orígenes, Guadalmina Baja era una plantación de caña de azúcar, hasta que Norberto Goizueta reconoció el potencial turístico de la zona, y desarrollo no solo el campo de Golf, si no también el hotel Guadalmina, a fines de los 50 y principios de los 60, que aún conserva su prestigio debido a su proximidad a la playa y a su hermosa vista a los campos de golf que lo rodean.
Las aéreas de alrededor del hotel fueron parceladas para la construcción de villas de lujo, demandadas en gran parte por los madrileños que venían a Marbella en búsqueda de tranquilidad, privacidad y cercanía tanto al mar como a las zonas comerciales. Algunas aras, como bóvedas romanas del siglo 3, han sido protegidas del desarrollo urbano, para preservar y asegurar un entorno único apto para el disfrute del ciudadano.
Guadalmina Baja cuenta con su propia iglesia, la Capilla de la Inmaculada, que alberga a estudiantes internacionales de distintas instituciones, tales como el Colegio Español, el San Jose, etc.
